EUROPA, LA REVUELTA ÁRABE Y EL ACEITE DE OLIVA DE TÚNEZ.

Tertulia de E+ con Manuel Marín

 

marzo_2011_069Manuel Marín conoce muy bien la región sur del Mediterráneo, en plena revuelta. Entre sus muchos cargos, el político socialista, que tuvo un protagonismo destacado en el negociación del tratado de adhesión de España al viejo Mercado Común, fue comisario europeo para la cooperación al desarrollo y las relaciones con los países del Mediterráneo.

Recuerda que en su última visita a Túnez, el entonces presidente, Ben Ali, ahora “dictador y sátrapa”, ni se levantó del sillón; no por descortesía, sino porque debía tener algún problema médico serio. Algo similar ocurre con Mubarak. Y eso explica por qué ejército y policía se han sumado a la oposición en ambos países.egypt_yuri_z_01

Lo de Túnez y Egipto, asegura el ex presidente del Congreso en la reunión mensual con Europa en suma, es de manual marxista: crisis económica, juventud desesperada, élites progresistas urbanas y el factor acelerador, sólo acelerador y no principal, de Twitter y de Facebook. Además, insiste, los dos presidentes estaban, o están, muy enfermos.

Egipto es el país más serio e influyente de la zona, asegura; los cambios que pueda haber allí son fundamentales para toda la región. Lo de Túnez, indica, no está tan claro. De momento es una sopa de letras de partidos políticos.

gadaffi_style_09Libia es un caso aparte, subraya Marín. No hay ejército, ni inteligencia, ni clases trabajadoras. El libio, asegura con rotundidad, no trabaja. Así de simple.

Siria, puntualiza, es un  caso parecido a los de Túnez y Egipto, pero con un presidente en buen estado de salud. Hay una élite intelectual muy importante, sobre todo en Alepo, al norte del país.

En Marruecos, la posición del rey es sincera, estima Marín. Pero, eso sí, debe desaparecer la fuerza del majzen, el aparato que rodea al monarca  y que controla la economía nacional. Algo difícil, comenta un tertuliano. Pues si no es así, dice Marín,  “apaga y vámonos”.

image-185402-galleryV9-odorY después de la revueltas, ¿qué? Pues muy fácil, señala el ex comisario europeo. No podemos ir a esos países a explicarles lo de la transición española. Eso da para dos minutos. Lo que nos van a pedir es transferencia de renta, que les ayudemos en el desarrollo económico y para eso tenemos que abrir nuestras fronteras a sus productos, que son básicamente agrícolas, el aceite de oliva de Túnez o el algodón y las naranjas de Egipto. Y eso, nada más o nada menos, tenemos que ir a explicárselo a los de Jaén o Valencia. Es lo que hay. Los dictadores no podían pedir grandes cosas y a nosotros nos bastaba con que fueran nuestros “hijos de puta”, que contuvieran el radicalismo. Pero  en el caso de que se consiga la democracia en esos países, la situación es distinta.

Si fracasan las reformas en el sur de Mediterráneo, precisa Marín, vamos a tener  problemas muy serios, porque todo los que hay más al sur, en el Sahel, desde Mauritania a Sudan, son estados fallidos.

Zapatero_cita_Rajoy_buscar_soluciones_comunes_crisis_economica-1En cuanto a la crisis española, Marín asegura que estamos a la espera de un “milagro”, a que Zapatero, que se ha metido en “una épica del sacrificio”, nos pueda sacar del pelotón de países “sospechosos” de la Unión. Porque en Bruselas, precisa, cuando te cuelgan un sambenito, es muy difícil quitártelo. Hay que mandar el presupuesto a la capital de los 27 (en realidad había que haberlo mandado el 18 de marzo para su aprobación) dejando claro el tope de gasto. En Bruselas, afirma, nos dicen que no es que seamos complejos por la cuestión de las autonomías, sino que somos “complicados”.

Muy crítico con la marcha del proceso autonómico, estima que algún momento habrá que terminar con el  concepto de levantar la mano y decir: “eso me lo pido yo también”, como hace una autonomía tras otra.

El ex presidente del Congreso cree que, quizá no en la próxima legislatura, pero si seguramente en la siguiente, toda una nueva generación de políticos de los grandes partidos tendrán que hacer un nuevo gran pacto nacional. La gente está harta de los políticos, reconoce, y tendrá que llegar una situación límite que genere los  cambios necesarios.

GeringereSteuereinnahmen2528media_7898972529En cuanto a Europa, el que fuera vicepresidente de la Comisión reconoce que en Bruselas hay una cacofonía total, agravada por el hecho de que el centro del mundo ya no pasa por el viejo continente, como en los mapas antiguos, sino que si sitúa en el otro lado del hemisferio, en la cuenca del Pacífico. Y, además,  Obama y sus asesores, que son bastantes listos, afirma, saben cómo dividirnos. Cada día hablan con uno de sus dirigentes. La Unión, como tal, no existe para los EEUU.

La ampliación, reconoce, se hizo de manera apresurada y había que haber profundizado   los mecanismos internos de la Unión con anterioridad. Vamos a un sistema de mayorías cualificadas.

En política exterior, asegura, hay un caos total y la señora Ashton, la alta comisaria para la materia, está puesta, precisamente, para que no funcione. Ni más ni menos.

Marin, diputado socialista en la primera legislatura democrática reconoce la pérdida de identidad socialdemócrata en Europa, iniciada, según él por Tony Blair, que sustituyó la ideología por la puesta en escena, por la “representación”.

Bonito panorama global el que pinta alguien que conoce bien los entresijos de la política nacional y europea.