La tertulia de Europa en Suma
Sería un fracaso para Europa el que la salida de la crisis tuviera que pasar por el recorte de las prestaciones sociales en los países de la Unión. Lo dijo Javier Doz en el arranque de su intervención en la tertulia que Europa en Suma dedicó el pasado día 10, miércoles, a la Europa social y a las incertidumbres derivadas de la crisis financiera.
Con el secretario de Acción Sindical Internacional de Comisiones Obreras como invitado especial (contábamos también con la presencia del Director Adjunto de la delegación de la CEOE en Bruselas, Bernardo Aguilera, pero éste no pudo asistir finalmente, y no pudimos incorporar, a última hora, a ningún otro representante de la organización empresarial, como era nuestra intención), en el diálogo, celebrado, como es habitual, en la Librería Fuentetaja de Madrid, estuvieron presentes periodistas y observadores destacados y socios y amigos de Europa en Suma, entre ellos Manuel Torres, presidente del grupo empresarial Salzhenia, Jorge Pérez, del Banco de España, o Carlos Bru, presidente del Movimiento Federal Europeo, además de Andrei Borza, primer secretario de la Embajada de Rumanía en España, François Dumont, ministro consejero de la embajada de Bélgica, o David Damiao, consejero de prensa de la embajada de Portugal.
Se habló, a lo largo de la tertulia, del alcance de la crisis y de la capacidad de reacción de la economía española, que algunos ponen en duda, y de los ataques especulativos contra Grecia o España, que a Javier Doz le recordaron los que sufrió la libra esterlina en 1992, que provocaron entonces la salida de Gran Bretaña del Sistema Monetario Europeo. Doz se pronunció, en el caso dramático de Grecia, en favor del respaldo europeo a la capacidad de pago de ese país, e incluso de la compra masiva de deuda griega, para pillar y desarmar a los especuladores, los cuales (según la mayoría de las opiniones) no responden tanto a conspiraciones u objetivos oscuros como al propósito general de ganar dinero, mucho, fácil y rápido, cuando la ocasión lo permite.
Alguno de los participantes en la charla denunció las condiciones draconianas de ajuste que se le van a imponer a Grecia como contrapartida al respaldo europeo, medidas que, además de lastrar sus posibilidades de recuperación, pueden suponer durísimos recortes sociales y salariales, desde este punto de vista.
Javier Doz dejó claro que los gobiernos tienen que reducir los elevados déficits públicos, y que “todos vamos a tener que hacer grandes sacrificios” en los próximos años, dijo, pero sin sacrificar el modelo social europeo: no es esa la fórmula, por cierto, para enfrentarse a la competencia brutal de la economía china, donde no existen los sindicatos ni las demandas sociales, y donde los costes laborales son mínimos. Y en ese punto, se recordó que son los países nórdicos los que en Europa encabezan los índices de competitividad, con sus prestaciones sociales modélicas en general, y ello gracias a su especial interés por la investigación y la innovación, la tecnología punta y….la educación.
Y ese es uno de los grandes dramas sociales y económicos de España: el desastre educativo, según recordaron varios de los contertulios: España es el único país europeo en el que ha aumentado el fracaso escolar en los últimos años.
Por lo demás, Javier Doz no considera prudente la posibilidad de retirar los estímulos económicos por el momento, y cree que hay que seguir contando con la construcción como fuente de empleo. Entre otras cosas, cree que hay campo abundante en el terreno de la rehabilitación o de la adaptación de inmuebles a nuevas condiciones ecológicas y de ahorro energético. Incluso opina que la economía española, incluso siendo conscientes todos de las dificultades, está en condiciones de endeudarse aún un poco más, para animar y no abortar las posibilidades de recuperación y de desarrollo, y que el déficit mejorará cuando mejore la economía.
En fin, a lo largo de la chala, intensa en contenido, se habló de las posibles soluciones a la crisis, de las ayudas de los gobiernos a la banca, del futuro de las pensiones, de los mercados financieros (“convertidos en los últimos años en auténticos casinos”, como dijo uno de los asistentes), del papel que podría tener una banca pública en estos tiempos en que las empresas sufren la el recorte brutal del crédito, de fiscalidad (y de la necesidad de caminar hacia la armonización fiscal en la Unión Europea), del empleo público y del estímulo a las iniciativas de los “emprendedores”, de la responsabilidad de las fuerzas políticas a la hora de remar en la misma dirección para salir de la crisis, y….en fin, de los cinco o diez años bien difíciles que España tiene por delante.
Texto y fotos: Enrique Peris
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