Hacia una economía eficiente de defensa y seguridad en Europa

La Unión Europea se encuentra ahora en un momento singularmente importante en lo relativo al presente y el futuro de sus políticas estratégicas y presupuestarias relacionadas con la Defensa y la Seguridad. En un marco de inestabilidad derivado de los conflictos bélicos existentes y el debate abierto a nivel internacional sobre la eventual necesidad de un mayor esfuerzo económico en este terreno por parte de la mayor parte de los países miembros de la UE (incluido el nuestro) adquiere especial relevancia la urgente necesidad de dirigirnos hacia una Economía más integrada y eficiente en este ámbito de la Defensa europea.

Al margen de un posible incremento cuantitativo de los recursos presupuestarios en algunos países (derivado en buena medida de las recomendaciones/exigencias en ese sentido por parte de los mandatarios de la OTAN y de Estados Unidos), en nuestra opinión resulta tan necesario como urgente el desarrollo de medidas coordinadas a nivel supranacional que logren aumentos de eficiencia en la estrategia de defensa y seguridad de la Unión Europea, y para ello se requiere una planificación integral, una mayor cooperación entre los países de la UE y un uso más inteligente de los recursos militares disponibles actualmente en la Unión Europea, incluso en el ámbito más amplio de la OTAN.

Tareas europeas frente a Trump

Publicado originalmente en Democrata.es

Lo dijo Josep Borrell (a quien ya se le echa de menos como Alto Representante, y eso que solo han pasado unas semanas desde el fin de su mandato), con toda la razón: “La Unión Europea debe aprender a hablar el lenguaje del poder”. Pero, ironías de la historia, ahora va a tener que ejercer ese poder ante su principal aliado: los Estados Unidos. O, mejor dicho, los Estados Unidos de Donald Trump.

No va a quedar otra alternativa, porque las primeras decisiones del nuevo presidente norteamericano no dejan lugar a dudas: sí, la realidad supera a la ficción. Hasta el punto de que uno se pregunta, a la vista de sus decisiones e intenciones, ¿cómo calificaría la UE a estos Estados Unidos: socio, competidor global, rival sistémico?

Las insólitas reivindicaciones territoriales de Groenlandia, el Canal de Panamá y Canadá

 

Ha llamado la atención a la comunidad internacional, especialmente a la academia, y también a los líderes políticos de la UE, estas manifestaciones que son completamente inéditas y que no tienen precedentes desde la creación de las Naciones Unidas en 1945, en donde la permanencia de las fronteras de los Estados y la integridad territorial de los mismos son uno de los principios básicos del ordenamiento jurídico internacional. 

Este tipo de reivindicaciones son propias del siglo XIX, cuando las conquistas estaban autorizadas por el ordenamiento internacional, pero esto desaparece con la Carta de las Naciones Unidas, donde se prohíbe el uso de la fuerza, salvo la legítima defensa y en los casos admitidos por el Consejo de Seguridad. La reacción de los líderes europeos ha sido inmediata y de un rechazo total a través de manifestaciones muy duras y poco habituales en la diplomacia internacionales, y menos entre Estados amigos.

Caen los muros para detener a la extrema derecha

Publicado originalmente en Periodismo Global, la otra mirada

Musk.Trump

Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del planeta por su participación en el fondo de inversiones Berkshire Hathaway, lo dijo paladinamente hace unos años:

«Por supuesto que hay lucha de clases y la mía ha ganado esa guerra»

La victoria de los superricos entra en otra dimensión. Ya no necesitan intermediarios ni gobiernos títeres. Ahora, prometiendo políticas de la ultraderecha, el multimillonario Trump vuelve a la Casa Blanca y con él el payaso tecnológico, Elon Musk, el hombre más rico del mundo por el valor en bolsa de sus empresas. (Por cierto, ya veremos cuanto tardan en chocar estos dos egos gigantescos).

Desde los gobiernos los multimillonarios pueden cambiar legislaciones para favorecer sus empresa y negocios. O, indultarles de sus delitos, como hará Trump o presionar a los jueces, como hacía Berlusconi. Los gobiernos dejan de ser neutrales.

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