La imagen de España ¿Es lo que parece?

Para la opinión pública internacional, España es un país simpático y nada conflictivo, con gente agradable que disfruta de la vida en un bello entorno donde se puede disfrutar de experiencias atractivas de ocio, cultura, gastronomía y entretenimiento. Por eso nuestro país figura en los primeros puestos de países mejor valorados, por delante de sus más importantes socios europeos. Eso es lo que se concluye de los estudios de opinión que maneja el Real Instituto Elcano, según expuso su investigador principal, Ignacio Molina, en la tertulia de Europa en Suma sobre “La imagen de España ¿Es lo que parece?” celebrada online el jueves 8 de abril.

Previamente, el investigador recalcó la importancia de distinguir entre opinión pública general y la visión de las élites políticas o intelectuales. Mientras analistas y periodistas tienen la percepción de que la imagen de los países cambia a la par que los acontecimientos, para la ciudadanía en general la imagen de un país es muy difícil de cambiar porque está muy asentada a lo largo del tiempo. Por ello —aclaró Molina— en los estudios del Real Instituto Elcano “no preguntamos a élites, no tenemos un panel de élites“.

El Real Instituto Elcano elabora dos barómetros paralelos. El Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE) sondea en España a ciudadanos españoles sobre temas internacionales. El Barómetro sobre la Imagen de España pregunta sobre nuestra imagen exterior en los países del G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia) más Rusia.

Además, Elcano participa en el Country RepTrak, un proyecto internacional del Reputation Institute que permite medir de forma cronológica cómo evoluciona la imagen de España. Los últimos datos disponibles corresponden a los sondeos efectuados en marzo-abril de 2020, y, frente a lo que pudiera parecer, concluyen que la pandemia NO ha afectado a la imagen de España, que se mantiene con una valoración de notable (7,5 sobre 10) e incluso mejora con respecto al año anterior. 

China ha sido el único país que ha visto afectada su reputación por la Covid y el RepTrak detecta también alusiones a la mala gestión de Bolsonaro y Trump. 

La imagen de España en el RepTrak ha mejorado a pesar de la Covid porque venía de una tendencia ascendente. Había caído en los años de la crisis, pero después empezó a remontar y, tras un parón en 2017 por el tema catalán, retomó el crecimiento en 2018 y 2019. Según Molina, se prevé que en 2021 siga mejorando como consecuencia del efecto “mal de muchos” ya que han aparecido otros países con peores datos epidemiológicos.

La Covid también ha tenido otra consecuencia sorprendente: según el Barómetro BRIE los españoles se puntúan a sí mismos mejor que antes de la pandemia. ”Esto puede parecer contraintuitivo porque en un país tan polarizado parecería que nos íbamos a puntuar peor”, subrayó Ignacio Molina, que piensa que esto puede estar relacionado con las emociones que suscitaron los aplausos de las ocho en los balcones. 

Esta mejora en la autoevaluación de los españoles es muy llamativa porque hasta 2020 España, junto con Italia, eran una de las excepciones a la regla general de que los encuestados tienden a puntuar a su propio país por encima de los demás. A este respecto, franceses, británicos, alemanes y, sobre todo, griegos son los más autocomplacientes.

Según el RepTrak, España figura en el grupo de cabeza de los países con más prestigio mundial. Ocupa el puesto 13, por delante de Italia, Alemania, Reino Unido y Francia. Estos dos últimos están castigados por la mala puntuación que reciben de sus excolonias. En el caso de Alemania, pesa en su contra su papel de potencia dominante en Europa. 

Algo parecido le pasa a España con los países con los que tiene relación migratoria: frente a lo que pudiera parecer, nos puntúan mejor los europeos que los marroquíes y los latinoamericanos. 

Del RepTrak y los barómetros del Instituto Elcano se podría resumir que la opinión internacional sobre España se construye con estas percepciones:

  • Es un país que cae simpático y no genera conflictos
  • De gente amable y de buen trato
  • Con un bello entorno natural
  • Que ofrece buenas experiencias de ocio, entretenimiento, cultura y gastronomía
  • Que tiene un estilo de vida atractivo.

 

 

RUEDA DE CORRESPONSALES

Tras la intervención de Ignacio Molina, se realizó una ronda de intervenciones en la que corresponsales y excorresponsales presentes en la tertulia expusieron sus experiencias sobre la percepción de la imagen de España que han podido percibir desde sus destinos.

 

Lorenzo Milá

Lorenzo Mila

Para el que fue corresponsal de TVE en Washington, además de que muchos estadounidenses ubican a España en el entorno latinoamericano, los que la ubican en Europa nos observan como un exotismo, nos miran con cariño, curiosidad, como un país amable y simpático. Pero no van mucho más allá.

De su experiencia en la corresponsalía de Roma, Lorenzo Milá relató cómo le llamó la atención que los italianos considerasen que los españoles nos hemos convertido en los alemanes del sur (gli tedeschi da sud). En Roma era una frase recurrente: “Vosotros los españoles habéis ido tan lejos en la normativización de la sociedad, os habéis vuelto tan serios que os habéis convertido en los alemanes del sur”.

 

Rafael Minder

Rafael Minder

El corresponsal del New York Times en Madrid comparte la idea de que España está bien valorada: “No puede haber 80 millones que decidan viajar a España porque sean masoquistas; vienen porque quieren conocer el país, porque quieren disfrutar de sus playas, por todo lo que tiene de cultura y de sociedad, de estar en la calle y en la terraza, cosas que no ofrecen la mayoría de otros países”

Pero a Minder le llama la atención cierto ombliguismo español a la hora de mirar las noticias que sobre España elaboran los corresponsales. “En ningún otro país de los que he informado he tenido que releer en los medios nacionales mis propias crónicas, que en realidad cuentan cosas que esos mismos medios ya habían contado a sus lectores”.

También le ha sorprendido la mejora de la autovaloración de los españoles durante el Covid. A este respecto, destaca el hecho de que  España sea el único país europeo donde ha observado una utilización política de la pandemia.

 

Aurora Mínguez

Aurora Minguez

La excorresponsal de RNE en Alemania y de TVE en París comenzó con una afirmación rotunda: “Lo de ‘Marca España' seguida de 'España Global' ha sido una filfa”. Aurora Mínguez recordó que cuando los representantes españoles intentaban vender la marca España en Berlín, se la vendían sobre todo a los propios periodistas españoles.

“Que España tenga una buena imagen en Alemania es sorprendente, porque no existe realmente una política de venta de la imagen de nuestro país. La diplomacia española es enormemente pacata —es lo que yo he visto en los años que he estado allí— con una cierta sensación de inseguridad y complejo de país de segunda fila”.

Mínguez puso como ejemplo la falta de posicionamiento de la diplomacia española durante la estancia de Puigdemont en Alemania o la inexistencia de estudiantes españoles que realicen stages en el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores.

Para Aurora Mínguez, España carece de peso político porque nuestra imagen en Alemania y Francia tiene que ver con elementos tan poco políticos como el cine de Almodóvar o Saura, o la literatura de Marías o Cercas. Por eso le parece paupérrimo como valor de España Global el hecho de que España caiga simpática y de que nos conformemos conque aquí se come bien, se hace la siesta y uno se acuesta muy tarde. “Alemania nos mira con cierta simpatía, Francia como al hermano menor. Pero creo que estamos perdiendo una gran oportunidad de hacer propuestas de cara a la reconstrucción de Europa tras la pandemia”

 

José Ramón Paterson

Jose Ramon Paterson

El excorresponsal de TVE en Bruselas concluye de su experiencia de cinco años en Bélgica que España pesa poco y preocupa menos en el Benelux. Puso como ejemplo la carencia de interés de los medios de esos países por temas de la actualidad española, salvo los folklóricos y futbolísticos.  

“Mi percepción es que los tres países del Benelux nos ven con cierta suficiencia y bastante displicencia”. Como muestra, refirió la resistencia a la extradición de la etarra Natividad Jáuregui o el tema de Puigdemont.

Respecto a las relaciones con Europa, Paterson considera que España es uno de los países más incumplidores de la UE. “Siempre somos los primeros en decir ‘¿Dónde hay que firmar?’ y los últimos en cumplir”. Respecto a los planes de recuperación postcovid opina que hay que entender la postura de Mark Rutte exigiendo a países como España que cumplan los compromisos. “Vamos a disponer de 140.000 millones y ya he visto a CCAA que plantean cosas como cambiar la fachada de un geriátrico o hacer un carril bici”.  Y recuerda que en el último sexenio España ha sido incapaz de presentar proyectos para gastar los fondos estructurales.

“Tampoco ayuda nada tener un Presidente de Gobierno que aparece por Bruselas y (siendo el primero que habla inglés) no cuenta nada de lo que va a hacer o qué planes tiene para Europa”. 

 

José María Gil-Robles

Joseģ Mariģa Gil Roble

El que fuera presidente del Parlamento Europeo (1990-1992) y presidente de honor del Movimiento Europeo en España advirtió de que, dado que lleva una década alejado de la actividad política europea, su visión podría estar anticuada. Distinguió dos planos a la hora de analizar la imagen de España:

 

  • Desde un punto de vista turístico: una imagen excelente de país donde se puede disfrutar de los placeres de la vida.
  • Desde el punto de visa de los intelectuales: una imagen prácticamente inexistente; no existe una idea específicamente española de Europa.

 “Desde que yo llegué en 1989 hasta ahora me he esforzado por ver qué idea tenían los Gobiernos españoles del papel de España en Europa y no lo he encontrado”, afirmó Gil-Robles. Y repasó las diversas etapas de nuestra relación con Europa:

 

  • Felipe González actuaba a remolque de la Alemania de Helmut Kohl, lo que era una posición prudente e inteligente.
  • Con Aznar se intentó una postura más independiente, de línea anglosajona y próxima a la visión norteamericana. Eso fue un fiasco.
  • Después nos hemos limitado a ir al trantrán detrás de quién dirigiese en cada momento y tampoco hemos tenido una política española clara.

 

Para Gil-Robles la imagen que se tiene de España es la de un país más, un país que pide. Y en Europa quien paga manda. Por tanto, nos atenemos a las líneas que marcan los que dirigen la UE: Alemania y Francia.

Gil-Robles concluyó destacando la importancia de que el Movimiento Europeo español sea capaz de diseñar una política española para Europa, “que no va a ser una política absolutamente decisoria, pero tenemos que mojarnos aun a riesgo de equivocarnos”.

 

Günter Steinkamp

Gunter Kellner

 “Quiero mostrar mi decepción absoluta por trabajar 40 años para nada” ironizó el corresponsal en España de la televisión pública alemana refiriéndose a la dificultad —expresada por Ignacio Molina— de cambiar la imagen de los países, en este caso, de España. 

 

Steinkamp considera que, en Alemania, el interés por España es mínimo y considera terrible la permanencia de una imagen histórica no solo entre la población en general sino también en los compañeros periodistas:

 

  • Una imagen de cierto subdesarrollo.
  • Una imagen de una especie de franquismo que no cesa. Alemania es un país que se ocupa mucho por superar su pasado nazi y eso lo proyecta sobre otros países como España.
  • También persiste entre los periodistas alemanes una imagen de permanencia de un déficit democrático, que ha sido la base para que se pudiera vender la perspectiva del separatismo catalán: un país centralista que no deja hablar el idioma y oprime a las nacionalidades.

 

El excorresponsal de la ARD puso por ejemplo el título de un documental recientemente emitido en la ZDF: “El franquismo eterno”. Y destacó lo sorprendente que resulta que durante la pandemia el tema de España más reflejado en la Prensa alemana haya sido el encarcelamiento del rapero Hassel y la discusión de si la ley penal española es excesivamente severa. Lo único que ha hecho reflexionar a los compañeros periodistas ha sido cuando se le recuerda el apoyo de Hassel a la Baader Meinhof.

Según Steinkamp, los corresponsales en Bruselas son los únicos periodistas alemanes que recogen un análisis más real de los problemas de España: dificultad en llegar a consensos, falta de mayorías, crisis económica y necesidad de reformas.

 

Diego Arizpeleta

 Diego Arizpeleta

El actual corresponsal en Londres de TVE relató que durante los apenas ocho meses que lleva en la corresponsalía el menú informativo se ha compuesto de dos platos: Brexit y Pandemia. Para los británicos, España es un referente como destino vacacional: “Si no tuvieran una buena opinión sobre España no tendrían tantas ganas de ir allí cuando llega el buen tiempo”.

Arizpeleta también destacó ciertos paralelismos entre el sistema autonómico español y las complejidades del Reino Unido con diferencias entre Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.  

 

José María Patiño

Chema Patino

El excorresponsal de la SER en París coincidió en que hay que diferenciar entre la información y la imagen de España que tienen las élites y la que tiene la ciudadanía. Según Patiño, las élites francesas tienen mucha y buena información sobre España. Y esas élites mantienen muchas dudas sobre la consolidación de la democracia en España, sobre todo en el tema judicial. Además del caso Puigdemont, el apercibimiento del Consejo de Europa sobre la reforma exprés del CGPJ y el caso Hassel, Patiño puso como ejemplo la tardía colaboración de Francia en la lucha antiterrorista.

Al mismo tiempo la ciudadanía francesa tiene otra percepción de España: un país simpático y un lugar de diversión, tal y como demuestra la incesante llegada de jóvenes franceses a Madrid.

 

Paco Audije

Paco Audije

El corresponsal del diario francófono belga La Libre Belgique incorporó una nueva perspectiva a tomar en consideración: la experiencia emigrante que permitió a los que la vivieron tener un profundo conocimiento de los países europeos a los que emigraron. Y que sirve de base comparativa para ver cómo los españoles pudieron acceder a una Europa que les había estado restringida por el prestigio que les dio la transición democrática y su pequeña y gran cultura.

Audije mencionó otro factor que ha afectado a la imagen de España en Europa: la entrada en la UE de los países del Este, porque no solo desviaron la atención sino también los fondos estructurales. 

También relató las dificultades que tiene como corresponsal para convencer a su periódico de la gravedad de casos como el de Bárcenas. Solo cuando logra encontrar parámetros comparativos de otro país logra que le admitan la importancia de los hechos. Puso como ejemplo los esfuerzos que tuvo que hacer para informar sobre las elecciones catalanas: cero informaciones en campaña, un breve al día siguiente de las elecciones, media página dos días después.

El que fuera también corresponsal de TVE en París confesó que hay una frase que se escucha mucho en España y que le resulta absolutamente irritante: “Esto sólo pasa aquí”. A este respecto recordó casos en los que están involucrados diputados de otros parlamentos europeos y citó un libro francés (Le ratée politique) que retrataba la corrupción como una cascada de agua que iba de norte a sur, no al revés.

El corresponsal de La libre Belgique sí admite que se ha producido una pérdida de peso de la influencia intelectual y cultural de España. “Se conocen más los intelectuales españoles del pasado que los del presente”. Y concluyó que, generalmente, para el resto de Europa somos un país con una historia compleja pero normalito.

Paco Audije concluyó advirtiendo de que en su medio son cada vez más sensibles a la situación de la libertad de información en España y la Ley Mordaza.

 

Carmelo Machín

Carmelo Machin

El excorresponsal de RTVE en EEUU y Rusia considera que abunda mucho el estereotipo. Cuando otros países se refieren a nosotros es muy difícil que escapen del tópico y es mucho más difícil deshacerlo.

En EEUU observó que lo más normal era que confundiesen a España con México y en Rusia se remontaban a las guerras napoleónicas para buscar similitudes con nosotros.

Machín considera que para el gran público es muy complicado salir de los estereotipos (los italianos son italianos; los franceses, franceses; los andaluces, andaluces): “Es muy encomiable empeñarse en romper esos tópicos, pero están muy arraigados”. Por eso opina que lo más práctico es acostumbrase a vivir con esos tópicos y disfrutar de la parte buena que nos toca.

 

Teresa Carreras

Teresa Carreras

Fue corresponsal en Bruselas elaborando información para los centros territoriales de TVE en los años en los que la España plurinacional empezaba a abrirse paso poco a poco. En la capital comunitaria se encontró con un montón de estereotipos sobre España: todos los españoles hacíamos fiestas, estábamos todo el día de juerga, etc.

Parte de su trabajo consistió en combatir esos tópicos, pero lo peor es que en el seno de su propia empresa tuvo que padecer otro estereotipo: su jefe la recibió con un “Buenos días, Teresa, tú debes de ser de Convergencia y del Barça ¿verdad?”. Tuvo que demostrar durante diez años que no era de una cosa ni de la otra. 

 

María Dolores Albiac

Dolores Albiac

La que fuera durante años corresponsal en América Latina para diversos medios analizó la imagen de España desde la perspectiva latinoamericana recordando que Europa llego allí de la mano de nuestro país. “Para ellos era oxígeno porque se veían aplastados o por el superpoder norteamericano o por la influencia de los rusos”. 

Según Albiac, para Latinoamérica España era el camino del en medio, un país que había logrado un Estado del Bienestar envidiables. No percibimos el poder que tenemos afuera, no valoramos que España haya sido reclamada para intervenir en las transiciones políticas latinoamericanas y mediar en la resolución de conflictos. “Y eso no lo hacemos valer en la Unión Europea, concluyó.

 

Coda De Ignacio Molina

Ignacio Molina cerró la tertulia remitiéndose a las intervenciones de los corresponsales como la demostración de que los españoles somos muy autocríticos y tenemos tendencia a la autoflagelación.

Y dejó una pregunta en el aire: “Es verdad que en la imagen de España pesan elementos blandos, de clima, cultura, arte, historia, gastronomía, buen tiempo, playas… pero esto es un tesoro ¿Por qué lo despreciamos como algo secundario? Muchos países matarían por ese tesoro”.

 

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