Apuntes y reflexiones del debate “¿Libres o dependientes? Autonomía Estratégica Abierta

Con el único ánimo de continuar el debate, recogemos aquí las reflexiones y propuestas formuladas por ponentes y asistentes al coloquio celebrado el 31 de mayo. En modo alguno se pueden interpretar como conclusiones de consenso, sino aportaciones para el debate. Europa en suma, como asociación plural, no tiene una posición definida al respecto. La mesa estuvo formada por Carlos Carnero, exeurodiputado y embajador en misión especial, Antonio Turiel Martínez, Investigador Científico en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, Raquel Yotti, secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, Isabel Peña-Rey Lorenzo, directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición y Óscar Corcho, catedrático del Departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid, todos ellos moderados por el periodista y socio de Europa en suma, José María Patiño.


La Autonomía estratégica debe dotar a la Unión Europea de los medios para alcanzar nuestros objetivos como sociedad y en la escena internacional

Carlos Carnero: “Tenemos que definir quienes son nuestros aliados y nuestros adversarios, pero de manera libre”.

Raquel Yotti : “La pandemia ha provocado una mejor preparación para la crisis y ha conseguido una mayor interoperabilidad entre los estados miembros”.

Isabel Peña-Rey: “El sistema de coordinación de alertas en la Unión Europea hace que tengamos la mejor seguridad alimentaria del mundo”.

Óscar Corcho: “Hay que definir y alcanzar un mercado único de datos europeo”.

Enrique Turiel: “Vamos a producir mucha energía renovable, la suficiente, pero no es ilimitada y no es creciente”.

 

El segundo debate del ciclo sobre la presidencia española de la Unión Europea organizado por Europa en Suma abordó en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales una de las prioridades del semestre para el gobierno español: la autonomía estratégica abierta que, desde una óptica alternativa a la vuelta al proteccionismo que está llevando a cabo Estados Unidos, se interpreta desde Europa como una rectificación a los problemas generados por la globalización y una superación de las vulnerabilidades detectadas tras la pandemia.

“No queremos una nueva guerra fría, sino un multilateralismo cooperativo” aseguró con cierta vehemencia y para abrir el fuego del coloquio Carlos Carnero, exeurodiputado vinculado a la redacción de la Constitución europea que se tradujo en el Tratado de Lisboa. España ha insistido en la condición de “abierta” en el concepto de autonomía estratégica porque “no se trata de una autarquía, sino de dotarnos de medios con los que alcanzar nuestros objetivos. Sin cerrarnos -enfatizó Carnero-, porque necesitamos a los demás”.

Precisamente, esa colaboración consustancial a la identidad europea fue desarrollada por el resto de los ponentes. En el caso de Raquel Yotti, en su calidad de secretaria general de Investigación en el Ministerio de Ciencia, y en el de Isabel Peña-Rey, como directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, como característica principal de lo que el gobierno de España ha estado haciendo para preparar el semestre.

Reformar los tratados para avanzar en la autonomía estratégica

Avanzar es precisamente el argumento que Carlos Carnero utilizó respecto a la importancia de la autonomía estratégica en el terreno internacional y del propio funcionamiento de la Unión. “La pandemia, la crisis de Ucrania, la estrategia de Estados Unidos -más allá de quien ocupe la Casa Blanca- nos planta ante el dilema de seguir profundizando políticamente o cambiar de identidad”.

Pero para seguir avanzando “nos enfrentamos de manera inevitable con el embudo de la unanimidad […] Hay que modificar la toma de decisiones mediante la mayoría cualificada porque” —se preguntó Carnero de manera retórica— “¿vamos a seguir actuando de facto en numerosas materias, como la salud, porque no se prohíbe explícitamente en los tratados hasta que alguien lo lleve al Tribunal Europea de Justicia? ¿Vamos a seguir con una Unión Monetaria que no tiene un fondo de garantía o que no cuenta con un instrumento permanente `crontracíclico´ como el Fondo de Recuperación y Resiliencia?”. Para Carnero la solución pasa por modificar los tratados “ya sea por la vía ordinaria o simplificada” para seguir avanzando.

No obstante, para evitar un previsible bloqueo en una Conferencia Intergubernamental donde los mandatos de cada país son muy cerrados, propone la convocatoria de una Convención porque “no se vota, no se cuentan las mayorías, sino que se interpreta por parte de su presidente y del bureau el sentimiento mayoritario” para llegar a los consensos necesarios. Además, a instancias de la reflexión del miembro del CESE Javier Doz, Carnero concedió en la “necesidad de un Fondo Europeo para poder avanzar en las políticas de autonomía estratégica que se están definiendo”.

 

Investigar en salud… y alimentar con garantías a los ciudadanos

“¿Qué investigamos?”. Esta es la pregunta a la que deben responder los ministros de Ciencia en el Consejo informal de Ministros convocado en Santander por la presidencia española. Así lo anunció en el debate Raquel Yotti. “La investigación, tras la pandemia, se está orientando hacia los retos de la sociedad” y avanza hacia una internacionalización de la ciencia basada “en una cooperación responsable que tenga en cuenta los valores europeos”. En este sentido se ha actuado tras el Covid en “garantizar el acceso a la salud y a las terapias farmacológicas” para los ciudadanos mediante “la identificación de los medicamentos esenciales y enfocar la industria hacia esas necesidades”. Siempre, desde una regulación de los productos sanitarios y los medicamentos.

y alimentar con garantías a los ciudadanos

La regulación también se extiende a la seguridad alimentaria. Isabel Peña-Rey destacó que la Unión Europea tiene los alimentos más seguros del mundo gracias al sistema de coordinación de alertas y a las más de 60 normativas conjuntas aprobadas gracias a la cooperación entre los estados miembros. Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria se implementa el Pacto europeo de Economía Circular mediante “la estrategia de la granja a la mesa, que prima el consumo de productos de proximidad y ofrece un acceso a una alimentación más saludable”, señaló Peña-Rey para quien el concepto OneHealth “no sólo busca mejorar la salud humana, sino también la salud animal y el respeto al medioambiente”.

 

Mercado único de datos

Para Óscar Corcho, catedrático en el Departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid, la Unión Europea se encuentra a la vanguardia a pesar de ir por detrás tecnológicamente respecto a China y Estados Unidos, al poner el foco en aspectos como la ciencia abierta a través de la nube científica europea o al lanzar una estrategia europea de datos que lleve a definir “un mercado único europeo de datos” que ofrezca garantías a los ciudadanos de la Unión respecto a avances tan innovadores como la Inteligencia Artificial (IA).

Corcho destacó la legislación europea que podría entrar en vigor antes de finales de año tras el trabajo realizado por el Parlamento Europeo. “En la regulación de IA, que se refiere no a su desarrollo sino a su aplicación, hay elementos que están prohibidos porque atentan contra los valores europeos, como el hecho de puntuar a los ciudadanos en función de sus actividades” al objeto de establecer diferencias sociales. “En todo este proceso” —señaló Corcho— “lo importante es que se va a exigir mayor transparencia en los algoritmos y en los datos que se utilizan para conformarlos” porque no podrá haber transacciones comerciales con aquellos sensibles que se refieran a la salud o a la seguridad alimentaria de los ciudadanos. 

Decrecimiento energético

Respecto la energía, último sector identificado como prioritario para desarrollar la autonomía estratégica abierta, Antonio Turiel, divulgador en este terreno e investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, apuntó que la Unión Europea se está planteando el decrecimiento: “Una reducción del consumo de energía del 11,7% hasta 2030” ante el declive de la producción de los recursos fósiles como el petróleo, el uranio y el carbón. En países como Francia ya se ha lanzado el “plan sobriedad” mientras Alemania debate una reducción del consumo. “Vamos a producir mucha energía renovable, la suficiente pero “las nuevas energías, por cuestiones técnicas, no se adaptan de manera flexible a la demanda”. Además, “están enfocadas a la producción de electricidad, que tiene limitaciones sobre cuanta se puede asumir. De hecho, Alemania y Austria están llegando al límite de aceptación”.

Como conclusión, Turiel advirtió de que “estamos llegando al límite de las capacidades extractivas de las materias primas energéticas” y al tiempo, “estamos superando los límites biofísicos de nuestro hábitat y poniendo en peligro a nuestra especie”. No obstante, “es posible hacer un cambio de sistema pese a tratarse de una cuestión cultural en nuestras sociedades. La transformación es posible pero los cambios son grandes y no son aplazables”.

Presidencia española y elecciones generales

Desde el inicio del debate había un elefante en la habitación: hablamos de los objetivos en autonomía estratégica durante la presidencia española cuando se acaban de convocar elecciones. La cuestión de nuestro socio Enrique Peris fue recogida por Carlos Carnero utilizando el símil del avión que está sujeto a una serie de pasos metodológicos para emprender su vuelo y alcanzar con éxito su destino para asegura que “el trabajo de España está en buena medida ya hecho con un programa que tiene unas prioridades compartidas con las instituciones comunitarias y los estados miembros” aunque, concedió, “como en un avión, cada comandante tiene su forma de despegar y aterrizar. Y, en referencia a la sensibilidad europeísta de quien esté finalmente al frente del gobierno de España durante el semestre, sentenció: “No es lo mismo un piloto que otro.

En este sentido, Raquel Yotti -”como representante del gobierno en el debate”, dijo- destacó la labor realizada por el ejecutivo al incrementar las inversiones en investigación y conseguir definir una senda para los próximos años con la Ley de Ciencia, que se ha aprobado “con mucho consenso, lo cual no es fácil en este momento político”. “No es igual quien dirija el avión” —concluyó retomando el ejemplo de Carnero— “pero cuando se asientan los parámetros de la transformación es muy difícil pararlo”.

“Hay que colocar la estabilidad por encima de otras consideraciones”, abundó Carnero. “Si me pongo en la cabeza del presidente: ¿no será mejor afrontar los últimos 4 meses decisivos con una mayoría política clara que no en medio de una inestabilidad política que acabe afectando lo fundamental de nuestra presidencia?”. 

Cooperación científica con Rusia y el proyecto ITER

El presidente de Europa en Suma, Juan Cuesta, suscitó un asunto que quedó casi sin respuesta en el ciclo de debates organizado el año pasado: cómo están afectando las sanciones contra Rusia por la agresión a Ucrania la intensa colaboración en materia científica que mantenía con la Unión Europea y en concreto con España. “Está afectando mucho”, señaló Antonio Turiel que, en su calidad de investigador del CSIC. Por ejemplo, “la mayoría de las lanzaderas que se utilizaban para enviar al espacio los satélites de observación marina eran rusas”. “El problema con Rusia ha venido para quedarse porque después de lo que ha pasado va a ser muy complicado normalizar la situación”. “El impacto, concluyó, va a durar décadas”.

Raquel Yotti quiso puntualizar la percepción de Turiel al asegurar que “el impacto aún no se ha evaluado de manera metodológica a nivel europeo por ningún organismo”. Desde el inicio hubo mucha claridad en la actuación porque “la agresión rusa iba en contra de los valores europeos” y “algunos de los ámbitos que se han mencionado, como el del espacio, están vinculados a la seguridad”. Yotti negó que otros proyectos mencionados por Turiel, como el ITER -Reactor Termonuclear Experimental Internacional, en sus siglas en español-, se hayan retrasado por la ruptura de relaciones científicas con Rusia, sino que los retrasos se habían producido con anterioridad por la propia complejidad del proyecto. La ruptura, reconoció finalmente Yotti, “tiene impacto, como ya se anticipaba, pero creo que hay que ser cuidadosos al hacer balance de la situación”.

Precisamente, el proyecto ITER cerró la charla coloquio tras una pregunta de nuestro socio Jesús Lizcano sobre las expectativas de alcanzar una energía limpia, barata e inagotable para el futuro de nuestro planeta. Antonio Turiel enfrió las expectativas al señalar que “esto es un experimento a 35 años. Soy partidario de experimentar y que se vaya hacia adelante, pero tengo miedo de que se generen expectativas que finalmente no se colmen. De hecho, ya se sabe que hay muchas líneas de investigación sobre la fusión nuclear que probablemente no se solucionarán jamás”. 

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