'EL COMPROMISO DE EUGENIO NASARRE CON EUROPA'

eugenio nasarreEl 27 de enero de 2024 ha fallecido Eugenio Nasarre, de forma completamente inesperada. Esta noticia ha caído como una losa sobre todos, especialmente a su familia, que lo están llevando con mucha entereza a pesar del vacío que nos deja. En mi calidad de presidente del Movimiento Europeo y de haber sido los seis años anteriores (2012-2018) vicepresidente con él de presidente, y los cinco últimos (2018-2024) de forma inversa, quiero improvisar unas líneas de recuerdo y, sobre todo, de reconocimiento de la labor tan importante que ha hecho en esas responsabilidades. Así como la aportación al europeísmo español que soy consciente que es mucho más de lo que he presenciado en estos 12 años que hemos pasado juntos, pero que en todo caso es una muestra de lo mucho que ha aportado al proyecto político europeo desde España.

Yo tengo relación con él desde hace mucho más tiempo, pero de lo que puedo dar cuenta más completa es de los 12 años que hemos pasado juntos, desde que iniciamos una nueva etapa en el Consejo Federal Español del Movimiento Europeo (CFEME), desde enero de 2012. El Movimiento Europeo tiene la norma, ya desde tiempos de Jean Monnet, en toda Europa y en todas las organizaciones que dependen de él, de que los presidentes de dicha organización, ya sea a nivel nacional o europeo, son siempre alguien, al menos, afín al presidente de Gobierno respectivo. Por este motivo, el Partido Popular designó a Eugenio Nasarre, cuando ganó las elecciones el 20 de noviembre de 2011, presidente del CFEME. Entonces consideró oportuno aceptarme como vicepresidente, en mi caso designado por el PSOE, junto a otros vicepresidentes.

En esos primeros meses de 2012 iniciamos una nueva etapa de común acuerdo junto con otros compañeros en el desarrollo del CFEME, dando continuidad a la labor realizada por Carlos Bru, el anterior presidente. Las líneas generales fueron dinamizar la organización en España, siguiendo una larga tradición que venía desde 1949, cuando se fundó nuestra organización en París, y plantear un conjunto de actividades dirigidas a impulsar y divulgar, especialmente, la necesidad de profundización del proyecto político europeo, que es algo que recogen nuestros estatutos.

Para ello, hicimos un conjunto de cursos de verano, especialmente, aunque no únicamente, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, donde Nasarre tuvo a bien nombrarme director de los cursos desde el principio. Desde entonces, realizamos doce cursos, un curso cada año a finales de agosto, y donde participaron los principales políticos de todas las tendencias, tanto españoles como europeos; pusimos en marcha más de treinta libros elaborados por el Movimiento Europeo, a los que haré referencia posteriormente; inauguramos una newsletter titulada “Europa en Movimiento”, que cuenta ya con 61 números, en los cuáles él ha participado en la mayoría, incluido en el de enero de 2024; celebramos un conjunto de desayunos y comidas en la Oficina de la Comisión Europea en Madrid sobre temas de actualidad con los principales protagonistas, incluidos los ministros, secretarios de Estado y otras personalidades europeas, tanto de la Comisión como del Parlamento Europeo, o embajadores de los Estados miembros, con objeto de divulgar los avances que se estaban produciendo en la Unión Europea.

Entre las medidas más importantes figura la puesta en marcha de la novedosa organización territorial de nuestro Movimiento. A lo largo de estos doce años, hemos creado doce entidades territoriales, prácticamente en todas las Comunidades Autónomas españolas. Hasta entonces, únicamente había en el País Vasco y en Cataluña, que fueron, precisamente, las que fundaron el CFEME en 1949. También hemos colaborado de forma activa en el desarrollo del Movimiento Europeo Internacional (MEI), participando en el conjunto de sus actividades e incluso en el board del MEI.

Comenzamos nuestra andadura con la celebración de los cincuenta años del ‘Contubernio de Múnich’, organizando un conjunto de actividades con el propio Ministerio de Asuntos Exteriores, entre ellas una exposición conmemorativa. Asimismo, hicimos una segunda edición en 2013 del libro “El Contubernio de Múnich: cuando la Transición se hizo posible” (de Joaquín Satrústegui, Madrid, Tecnos, 1993). Eugenio Nasarre fue el director de esta nueva edición y realizó una nota preliminar. Además, presentamos a la Comisión Mixta de la Unión Europea de las Cortes Generales una declaración institucional el 21 de mayo de 2012, en la que se recogía la importancia del Cuarto Congreso del Movimiento Europeo bajo el lema “Más democracia para Europa”, pero que se conoció como ‘Contubernio de Múnich’. En la declaración se señalaba que “Múnich constituyó la primera oportunidad de reunir después de la Guerra Civil a los opositores del régimen de Franco, tanto de fuera como de dentro de España”.

Posteriormente, diez años después, realizamos un segundo libro en 2022, con motivo del 60 aniversario del ‘Contubernio de Múnich’. Participaron más de 40 autores, entre ellos varios de los que estuvieron presentes en el Congreso de Múnich, como Carlos Bru, Julio Jáuregui y Xabier Echeverría. Escribieron también varios de los hijos de otros participantes que ya no vivían. Hicimos una presentación que tuvo una gran repercusión en el Ateneo de Madrid, moderada por Miguel Ángel Aguilar, justo en la fecha del aniversario, el 8 de junio.

Además, a iniciativa de Eugenio, presentamos diversos actos en el Congreso de los Diputados con las principales autoridades, tanto de dicho Congreso como del Gobierno. Entre ellos, recuerdo la relevante celebración en el Congreso de los Diputados del 25 Aniversario de la Caída del Muro de Berlín, que él organizó. También celebramos el 60 Aniversario de los Tratados de Roma en 2017 y el 70 Aniversario del Congreso de La Haya, entre otras muchas actividades.

En junio de 2018, como consecuencia del cambio de Gobierno, Eugenio me planteó que era el momento de cambiar de presidente, siguiendo la tradición y la norma no escrita señalada anteriormente, de que el presidente tenía que ser persona afín al Gobierno en ejercicio. Yo le pedí que continuase de vicepresidente, y él aceptó. Para mí fue un gran apoyo. A lo largo de estos cinco últimos años, hemos trabajado juntos siempre bajo su inspiración y dando continuidad a lo que planteamos y planificamos juntos. Las actividades actuales han crecido considerablemente, pero siguiendo la misma pauta y siempre de común acuerdo con la aprobación del resto de nuestra Comisión Ejecutiva, aprovechando su enorme experiencia, que era muy superior a la mía para este tipo de actos. Fruto de esta relación, elaboramos un buen número de declaraciones conjuntas, que hemos hecho más de 20, y todas ellas las hemos podido realizar por el consenso de los presentes.

Entre los libros que pusimos en marcha, publicamos el libro “La UE y las elecciones del 22 al 25 de mayo de 2014: unas elecciones para votar un verdadero gobierno europeo” (Madrid, Marcial Pons, 2014). Asimismo, él dirigió, y yo codirigí, el libro “Treinta años de España en la Unión Europea: el camino de un proyecto histórico” (Madrid, Marcial Pons, 2015) y en donde participaron también más de treinta y cinco autores. En este libro, él hace una importante introducción. También, durante su mandato, se editó por primera vez en castellano “El Manifiesto de Ventotene: por una Europa libre y unida” (Madrid, Ediciones La Lluvia, 2015), donde hay una introducción de él titulada “Altiero Spinelli, forjador de la Europa federal”.

Entre los varios libros que él dirigió y coordinó como presidente del CFEME, tuvo bastante importancia el libro “Europa como tarea. A los 60 años del Tratado de Roma y a los 70 del Congreso de Europa en La Haya”, en donde participaron también más de cuarenta primeros espadas, con el prólogo del entonces ministro de Exteriores Alfonso Dastis. Son muchos más los libros que hemos dirigido conjuntamente. Posteriormente, en la siguiente etapa, cabe destacar uno en el que puso un enorme interés y, además, nos ayudó tanto a la edición como a la traducción. Este es “El Congreso de Europa (La Haya, 1948): el nacimiento de la Unión Europea” (Madrid, Catarata, 2023), que celebraba el 75 aniversario del Congreso de La Haya, y en la cuál hizo una aportación importante: “El Congreso de la Haya y la identidad cultural de Europa: la dimensión histórica del Congreso de la Haya (1948)”.

El pensamiento de Eugenio Nasarre sobre el proyecto de construcción europea es muy amplio y su análisis desborda esta corta presentación, pero, sin embargo, quiero recordar que él estaba muy inspirado por el papel de los padres fundadores del proyecto europeo, especialmente por Alcide De Gaspieri. Recuerdo que le saqué una foto con una escultura de Gaspieri en Roma cuando estuvimos en el 50 aniversario del Tratado de Roma en 2017. También, como mencionaba, tuvo mucho interés en los debates en torno al Congreso de La Haya y asistimos juntos al 70 aniversario en la Sala de los Caballeros de los Estados Generales (Parlamento) de los Países Bajos.

Con Eugenio Nasarre he convivido intensamente durante estos últimos doce años, en los que he podido conocer a fondo su profundo sentido sobre el proyecto europeo, que ha inspirado gran parte de nuestro proyecto común. Él lo tenía profundamente interiorizado, como concluyó en nuestro libro sobre el Congreso de La Haya: “sus resoluciones marcaron orientaciones relevantes en el camino hacia la integración europea. Para defender estas ideas, esta concepción de la Europa unida, nació el Movimiento Europeo. 75 años después, todavía el Congreso de Europa constituye la hoja de ruta de las tareas aún pendientes para constituir una unión cada vez más estrecha entre los pueblos europeos”. En su recuerdo, continuaremos con este objetivo.

Lo tendremos presente el 9 de febrero de 2024, cuando celebremos en París el 75 aniversario del nacimiento del CFEME. Estarán presentes los representantes de los partidos políticos fundadores. Él había aceptado su participación precisamente para hacer un recuerdo a Salvador de Madariaga, quién se nombró, precisamente en ese acto que se conmemora, primer presidente del CFEME. También participa como autor en el libro que presentaremos en ese acto en el que escriben un conjunto de casi veinte historiadores: “75 años del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo: París, febrero de 1949” (Madrid, Catarata, 2024).

Me resulta imposible terminar esta breve nota sin hacer un recuerdo cariñoso a su mujer Maxi, que nos ha acompañado en centenares de actividades y en muchos de los viajes que hemos realizado conjuntamente. Recuerdo especialmente incluso el último curso en Santander, cuando estuvimos con ella navegando por la bahía. Siempre le acompañó y le tenía un enorme afecto y contaba con ella en todas las actividades en las que estuvimos juntos. También tuvo siempre presente a sus hijos y nietos, con los cuáles coincidimos en algún viaje, incluso el año pasado en estas fechas en Bruselas. Era un gran amante de su familia.

 

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